A lo largo de los años me he encontrado con muchas personas que se preocupan demasiado por las notas, por salir excesivamente bien y rápido de la U y para los cuales pegarse un 90 es una tragedia (es en serio). Hoy tengo una reflexión con respecto a este tema.
Esta bien estudiar y esforzarse por salir bien pero ese no debe ser el fin último de la existencia. Veámoslo en perspectiva: tanto el que se pego cienes durante toda la carrera como el que apenas paso raspando van a tener el mismo titulo (y van a poder hacer lo mismo).
En muchas empresas e incluso para ingresar a posgrados buenos en el exterior las notas son medio irrelevantes porque desde hace muchos años se entendió que lo que más importa es la persona y sus habilidades blandas: liderazgo, comunicación, trabajo en equipo, emprendimiento, innovación, etc.
Las habilidades propias de cada carrera rara vez son iguales en la academia y en la vida real: siempre uno va a tener que aprender cosas nuevas, incluso dentro de lo que uno estudio.
Entonces es importante estudiar y esforzarse por hacer un buen trabajo pero la vida también es otras cosas: búscate una pareja, métete a algún grupo artístico, deportivo o lo que sea, emprende un proyecto o una idea de negocio, hace voluntariado... viví.
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