Bueno después de pasar por un motel convertido en restaurante creo que llegó el momento de hablar de este tema.
Moteles hay para todos los gustos y bolsillos, desde los conocidos por todos, como los de San Francisco de Dos Ríos, hasta aquellos donde más de uno ha saciado sus ansias universitarias, como los que había la Cali y en las paradas de Tibas.
Algunos tienen leyendas urbanas detrás de ellos, como La Oficina y El Cataluña. Otros casi que parecen salidos de una película de horror como los de la Merced.
Para bolsillos humildes siempre se hablaba de los bambús y como olvidar el bosquecito, cuyo acceso se limito por ser conocido como el motel universitario.
En eso, cuentan los estudiosos del tema, es como ir a comprar útiles: se trata mucho de caminar y comparar. Por que a pesar de que más de uno frunza las cejas, a la larga no esta de más preguntar.

Comentarios
Publicar un comentario